VACÍO EN ADOBO

Receta de el 8, Feb, 2014

Ingredientes

  • 2 cuch. de comino molido
  • 1 cuch. de hojas secas de orégano o mejorana
  • 1 cuch. de cilantro en grano
  • 3-4 clavos de olor molidos
  • 3 granos de pimienta
  • ¼ de cuch. de macis molido o de nuez
  • 1 diente de ajo
  • 1 cuch. de vinagre
  • 1 cuch. de aceite
  • 1 vacío de 1 k o de 1 y ½ k
  • Aceite

VACÍOADOBO1

El vacío es una pieza alargada situada entre el vientre y la pierna de la vaca y cuyas fibras musculares la recorren de forma visible de un extremo a otro, uno de los cuales es más grueso y en punta y el otro más delgado y en forma de pala. Este músculo está protegido en sus dos caras por un tejido o tez gruesa que el carnicero deberá retirar justo en el momento de venderlo, para que la pieza conserve su jugosidad. Aparecerán entonces algunas manchas extendidas de grasa, que deberá ser muy blanca y opaca. Es mejor no quitar más que las más gruesas. En la parrilla se fundirán, pero darán su jugosidad a esta carne tan recia como sabrosa. Esta característica de la carne, la abundancia de fibras consistentes y su reciedumbre, hace necesario casi siempre un adobo con algo ácido y las especias que se deseen. El de esta receta es muy rico. Se pueden buscar otros al estilo oriental –jengibre, pimienta, guindilla, zumo de lima y aceite de ajonjolí– americano del norte –cebolla en juliana, chile, jugo de limón, aceite de oliva, pimienta y, si se quiere, achiote– o incluso del norte de África –yogur, ajo, zumo de limón, azafrán, pimienta–.

Una vez cocinada a la parrilla o la plancha, la única duda será cómo cortarla. El sentido del corte siempre deberá ser contrario a la fibra muscular, pero puede ser perpendicular o un poco sesgado, como en la imagen. Es cuestión de gustos.

Machacar todos los granos y hojas secas en el mortero. Añadir el ajo machacado junto con el vinagre, el aceite y un poco de agua si se necesita para hacer una pasta. Frotar el vacío con el adobo y dejarlo reposar 1-2 horas. De cualquier forma, sacar del frigorífico la carne como 1 hora antes de cocinarla. Limpiar el exceso de adobo en el momento de pasar a la parrilla o plancha.

Poner al fuego una parrilla (o encender una parrilla de carbón) o una plancha. Salar ligeramente y frotar con un poco de aceite la carne. Cocinarla por una cara hasta que asomen los jugos por la contraria y darle la vuelta, dejándolo sobre el fuego hasta que se humedezca por la otra cara. Hay que jugar con la potencia del fuego, de carbón o de gas, para que la carne se cocine por dentro sin quemarse por fuera, como en todos los asados y emparrillados. Es importante que los jugos que suben a la superficie contraria a la que está sobre el calor jamás lleguen a escurrir fuera de la carne. Significaría que se está desjugando y, además, mancharían la plancha con esos grumos pardos de jugos requemados. Retirar el vacío a una tabla y dejar reposar unos 5-6 minutos antes de cortarla como se desee, en cortes perpendiculares o al sesgo y más o menos gruesos, según gustos.

Servir junto a sal gorda o flor de sal de Alicante o Mallorca, de la Camarga o sal Maldon.

Acompañar, como en la imagen, con unas zanahorias estofadas con comino y limón, o con patatas a la madrileña o alguna otra guarnición, hasta una ensalada. El chimichurri, esa salsa de ajo, perejil, cilantro, comino y ají con aceite y vinagre le va muy bien.

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