TRUFAS DE CHOCOLATE NEGRO

Preparar la ganache con las indicaciones del enlace.

Batir la trufa con una espátula de madera o plástico rígido o con una batidora eléctrica, pero muy, muy poco, lo justo para que se aclare un poco el color y se ponga cremosa. Añadir el brandy o el whisky, o el polvo de curry o las especias molidas.
Cualquiera de las opciones es deliciosa –no hay que olvidar que en México se añaden siempre al chocolate especias variadas, unas americanas y otras llegadas allí con los españoles–. No dejar en espera ni un minuto más, mucho menos en frío. Puede que con el reposo la ganache batida se endurezca y haya que calentarla para trabajarla de nuevo. Con dos cucharas formar trufas redondeadas del tamaño de nueces muy pequeñas, que se dejan caer en el cacao o en la granillo de chocolate. Con un tenedor se les da vuelta para envolverlas bien y se pasan a una bandeja. Introducir en el frío hasta que se endurezcan. Luego se pueden colocar en cápsulas doradas o plateadas y luego en una caja, o en un cesto con una blonda de papel, como se venden las trufas de tierra en las tiendas de setas.
Otra idea para regalo es fabricar con arpillera un saco, como los que se utilizan para transportar patatas, pero en miniatura, en el que se pueden meter las trufas envueltas en papel de horno.

Un lazo lo convierte en un regalo precioso. Se puede consultar la forma de hacerlo en el enlace.