TARTA DE NATA CON DACQUOISE DE PISTACHO Y LEMON CURD

TIEMPO DE PREPARACIÓN: 40 minutos

TIEMPO DE COCCIÓN: 90 minutos de cocción de dacquoise y lemon curd

Esta tarta es una delicia para estos tiempos primaverales. Es espectacular en su aspecto cuando no cuesta gran trabajo hacerla. En último caso se pueden sustituir el lemon curd casero por uno comprado en un buen supermercado o tienda británica y la doacquoise por unos bizcochos de soletilla de calidad que, recortados, cubran todo el fondo del aro. Es conveniente aumentar un poco la cantidad de pistachos. La acidez del lemon curd, además, rompe la mantecosidad de la nata montada gracias al contraste del dulzor cremoso con el mordiente del limón.

Comenzar por preparar un disco de dacquoise de pistacho siguiendo las indicaciones de la receta del enlace, pero con las cantidades de ingredientes indicadas en esta receta, o todas las cantidades, para hacer dos discos y guardar luego uno en una lata.

Mientras se hornea el disco de dacquoise, preparar una receta de lemon curd tipo salsa, la segunda opción, siguiendo las indicaciones y cantidades de la receta.

Hasta que se enfríe el lemon curd –cosa que se puede acelerar metiendo el cazo en el que se ha preparado en un cuenco lleno de agua muy fría o en un abatidor– se pueden trocear los pistachos en una tabla con un cuchillo, para que queden en trozos, no una parte molidos y otra enteros, que es lo que ocurre en una trituradora.

Introducir en el frigorífico el cuenco de unos 2 litros de capacidad para batir la nata –mejor más alto que ancho– y en el congelador los batidores y el azúcar en un bote de cristal bien cerrado con su tapa. También se puede meter el cuenco en el congelador si cabe. La nata deberá estar en la parte más fría del frigorífico, del frigorífico, nunca en el congelador, desde por lo menos 3 horas antes.

Poner a remojo la gelatina en hojas en agua muy fría durante unos 4-5 minutos, y luego escurrir en un colador y reservar lejos del calor. Es para la nata. Cuando llegue el momento de batirla, calentar como 100 ml de agua en un cacito sobre fuego y dejar al mínimo una vez que hierva.

Batir la nata siguiendo las indicaciones de como montar la nata, con el azúcar –para esta tarta azúcar avainillada–, y añadir una vez bien montada y en chorrito fino y sin dejar de batir, como el aceite en una mayonesa, la gelatina aún caliente disuelta en el agua hirviente, que en este momento serán unos 75 ml.

Para montar la tarta, colocar bien centrado sobre la fuente de servicio un disco de dacquoise de pistacho con un buen pegote de lemon curd debajo, para que quede bien pegado y no se mueva ya. Abrazar el disco de dacquoise con un aro extensible de montaje de tartas que se cierra sobre el disco para que quede bien ajustado. Si se ve algún pequeño resquicio vacío en los bordes, por donde podría escapar la nata, rellenarlo con un poco de lemon curd ya frío.

Extender una capa fina de lemon curd sobre el disco de dacquoise de pistacho y esparcir la mitad de los pistachos ya troceados por encima. Introducir la bandeja con la dacquoise y el aro en el frigorífico.

 

Verter la mitad de la nata montada sobre la base de dacquoise y dentro del aro extensible y alisarla bien. Repartir con movimientos circulares y con la ayuda de la punta de una espátula pequeña unas cucharaditas de lemon curd sobre la superficie de la nata y terminar de rellenar con la otra mitad de la nata, para alisar bien la superficie.

Extender el resto del lemon curd sobre la nata y el resto de los pistachos troceados. Reservar en frigorífico para que adquiera cuerpo durante un par de horas como mínimo.

Porción de tarta acompañada de fresón blanco de Huelva.

En el momento de servir, pasar un cuchillo por el borde con cuidado, abrir el aro extensible, retirarlo y alisar los bordes de la tarta.

Queda muy bien acompañada de unas frutas, como los fresones blancos de Huelva de la imagen, muy espectaculares, pero que pueden ser también rojos, o fresitas silvestres, frambuesas u otras frutas de temporada de la elección de cada cual.