STRUDEL DE MANZANA

Echar las pasas en el brandy o ron para que se inflen mientras se prepara la masa. Freír el pan rallado en la mantequilla necesaria para que quede impregnado pero no nadando en grasa. Es para que absorba los jugos de las manzanas en la cocción y no remoje la masa. Frito en mantequilla no resulta nada mal. ¡No se puede introducir en el pastel sin freír en mantequilla, queda como un masote! Reservar.
Para hacer la masa , seguir las instrucciones de la receta de masa para strudel y reté y con las cantidades indicadas. . Mientras la masa reposa, preparar el relleno.

Freír el pan rallado en mantequilla y dejar enfriar. Poner las pasas a remojo en el brandy, el ron o algún otro destilado que se tenga a mano y sea rico. Pelar y rallar las manzanas con un rallador –es mejor que cortarlas en tiritas que, con sus aristas, pueden romper la masa– y rociarlas con un poco de zumo de limón. Revolverlas con las almendras.
Encender el horno a 190º C.

Estirar la masa como se explica en la receta de la masa y pintarla con mantequilla,
Una vez pintada la masa con la mantequilla muy blanda y fría, esparcir con uniformidad el pan rallado frito y frío,

encima las manzanas ralladas, el azúcar y el azúcar avainillado revueltos con la canela y la ralladura de limón, las pasas escurridas, unos trocitos de mantequilla bien repartidos y enrollar el pastel con la ayuda del trapo, como en esta imagen del reté de albaricoques y requesón.

Llevarlo con el trapo hasta la bandeja del horno –con un papel de asar o una silicona– rematar los bordes y pintarlo con más mantequilla y yema de huevo.
Cocer en el horno ya caliente durante 25-30 minutos o hasta que esté bien dorado y crujiente.
Al sacar, espolvorear con azúcar molido y servir caliente sobre una fuente o tabla. Acompañar con crème fraîche o nata agria o nata poco batida sin azúcar, incluso con yogur batido con cáscara de limón rallada y miel.