RAPE CON TOMATE

Las carrilleras son las piezas más sabrosas de este pescado cuando es grande. No tienen una presentación tan bonita como los filetes cuando están bien limpios de pieles, pero sí una carne más consistente y tersa y un sabor inconfundible.

Salpimentar los filetes o las carrilleras y espolvorearlos ligeramente con harina.
Calentar en una cazuela o sartén grande el aceite y sofreír el pescado por las dos caras a fuego más bien vivo, sin que se termine de cocinar. Verter las dos cucharadas de brandy en el fondo de la sartén, no por encima del pescado. Cuando se haya consumido un poco, sacar el pescado e, inmediatamente, echar la cebolla y el ajo. Cuando se hayan ablandado un poco, 4-5 minutos después, añadir el pimentón, dar dos vueltas y echar tomate, bien al natural y de lata, troceado o frescos, pelados, sin semillas y troceados. En la hoja de laurel, como si fuera un cigarrito, introducir el clavo o los clavos, el tomillo y 1 ramita de perejil doblada 2 o 3 veces. Atar todo con hilo de cocina y echarlo en la cazuela. Si en este momento en el plato que está el pescado hubiera mucho jugo del mismo, añadirlo a la salsa. Dejar que se vaya consumiendo un poco hasta espesar bien, pues el pescado va a soltar aún más jugo al terminar su cocción.
Cuando esté bien sabrosa, probar de sal, rectificar, sacar las hierbas e introducir el pescado. Dar un ligero hervor de 2-3 minutos antes de servir, bien espolvoreado con el perejil picado.

Casi no necesita ningún acompañamiento este plato tan sabroso.