PESCADILLA AL HORNO CON ACELGAS Y MOSTAZA

Picar las acelgas después de lavarlas y reservar en un colador, para que se escurran bien.
Mezclar la mostaza (en polvo o ya preparada, de bote), el vinagre (en menor cantidad si la mostaza ya es preparada) y 5-6 cucharadas de aceite de oliva. Dejarlo en un cuenco grande. Cortar la pescadilla en 4 o en 8 trozos, como mejor convenga, dejando los filetes más finos y las orejas para otro uso.
Encender el horno a 200º C.
Salpimentar el pescado y sofreírlo, por la parte de la piel, en una sartén antiadherente enaceitada unos momentos, para dorarla y colocarlo en una tartera ligeramente engrasada con aceite, con la piel hacia arriba, procurando que no se toquen. Cerrar perfectamente la tartera e introducir en el horno durante 4-7 minutos según el grosor del pescado.
Mientras, calentar un poco de aceite en una sartén (si gusta más, puede ser mantequilla) y saltear rápidamente las acelgas, que se hagan lo suficiente, no demasiado, jugando con la intensidad del fuego para que no se quemen pero tampoco se inunden de sus jugos. Echarlas en la ensaladera en la que está la salsa. Revolver cuidadosamente. En la fuente o en los platos poner un lecho de acelgas y encima el filete o los filetes de pescado. Regar con un poco de aceite de oliva y espolvorear de mostaza en grano, si se quiere y se tiene, que no es imprescindible. Servir enseguida.

Esta receta se puede hacer con otros pescados, con salmón en lomos, que queda así muy bien, con su piel, incluso con bacalao salado y desalado, en lomos. Es un plato ligero y delicioso. Es importante que los filetes sean gruesos para que la piel, al contacto con la sartén caliente, no se rice demasiado.