OREJONES DE ALBARICOQUE CON CRÈME FRAÎCHE

Ingredientes

  • 16.20 orejones de albaricoque
  • 50 g de azúcar
  • 1 tira de piel de limón
  • 1/2 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharada de agua de azahar o de rosas
  • 1 buen puñado de pistachos repelados crudos

Los orejones en almíbar perfumado con piel de limón y agua de rosas o de azahar es un postre con orígenes antiguos en Eurasia y el oriente mediterráneo. En Turquía se rellenan con la parte más densa y grasa de la nata, que conocen como keymak, semejante a la clotted cream del Cornualles británico. En nuestro país es imposible de encontrar y tampoco merece la pena hacerlo consumiendo la nata fresca en el horno suave.

Me gusta mucho más preparar este postre con la crème fraîche francesa que, además de espesa, es un poco ácida y contrasta con el dulzor de la fruta en almíbar.

En Turquía se suele servir con nueces peladas, pero prefiero acompañarlos con pistachos. La imagen es muy bonita y el resultado, refinado y exquisito.

 

Poner a remojo en agua fría justo que los cubra los orejones durante unas 6-8 horas. En un cazo echar los orejones con su agua de remojo, 1 tira de piel de limón, 1/2 cucharada de su zumo y el azúcar. Desde que rompa el hervor bajar el fuego para que se cuezan durante 15-20 minutos, justo que estén cocidos pero no desbaratados. Dejar enfriar y añadir al almíbar el agua de azahar o de rosas, la que se elija.

Escurrir los orejones, abrirlos por el corte que se les hizo y rellenarlos con una cuchara con la créme fraîche que quepa en donde estaba el hueso y un poco más. Colocarlos en el plato de servicio y verter con cuidado el almíbar alrededor.

 

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