MOLDE DE CALABAZA

Cortar la carne de la calabaza en trozos regulares. Colocarlos en una fuente que pueda ir al microondas y cocerlos a máxima potencia unos 3-4 minutos. Comprobar que está cocida, pero no demasiado blanda. Aplastar los trozos con un tenedor o un estribo de patatas o, si se prefiere, pasarlos por la trituradora. A mi me gusta este plato con trozos muy pequeños, pero que se noten. Eso va en gustos.
Batir los huevos con bastante sal, pimienta y un poco de jengibre en polvo –o fresco rallado, si se tiene y se prefiere–. Esta es la primera opción que ofrece esta receta:
1ª opción.- Añadir al batido de huevos la nata y la carne de la calabaza y probar de sazón, que debe ser subida, pues la calabaza es muy dulzona y está mejor muy especiada.
2ª opción.- Para evitar el exceso de grasa de la nata y su textura quizás demasiado cremosa. Remojar la miga de pan en la leche y triturarla con la batidora. Batir con los huecos y añadir la carne de la calabaza triturada o aplastada. Probar de sazón y corregir.
En ambos casos, verter el batido en 4 moldes individuales o en uno grande engrasados con mantequilla o aceite y forrados con un poco de pan rallado. Cocer en horno a 100º C durante unos 3/4 de hora para moldes individuales o más de 1 hora para un molde único. También se puede cocer al baño maría a 165º C durante menos tiempo.
Dejar reposar una vez cocidos 10-12 minutos antes de desmoldar en los platos o en una fuente y servir con una salsa de setas. Se puede acompañar con unos ramos de brécol al vapor.