MANZANAS FRITAS

Pelar las manzanas y cortarlas en 8 gajos, a los que se les retiran las durezas del corazón con sus pepitas. Rociarlas con el zumo de limón.

Calentar la mantequilla –o el aceite, se puede preparar con cualquiera de las dos grasas– en una sartén de buen tamaño para que las manzanas queden en 2 capas y echar los gajos. Mantener a fuego mediano, quizá bajo, con la sartén tapada. Remover as manzanas de vez en cuando con espátula de madera o silicona. y esperar hasta que casi se atraviesen las manzanas con un palillo.

Entonces subir el fuego, esparcir el azúcar por encima y remover las manzanas haciendo saltar la sartén, sin volver a meter la espátula, con la que se romperían los gajos. En unos pocos minutos se dorarán y habrán terminado su cocción.

Servir calientes o templadas.

Acompañan muy bien carnes oscuras, como vaca o caza, grasas, como cerdo o pato, o blancas siempre que se sirvan con salsas potentes.

 

NOTAS: Como es natural se puede eliminar el azúcar de estas manzanas. Compensa la acidez del limón y ayuda a que se caramelicen, pero también lo hacen con sus propios azúcares.

Las manzanas Golden son, dentro de las más comunes en el mercado, las que mejor se comportan en esta preparación y conservan además su forma. Elegir, en cualquier caso, aquellas de tamaño mediano y no las enormes, porque suelen ser harinosas y se deshacen con facilidad.