LASAÑA DE PESTO GENOVÉS

Llenar un puchero grande de agua salada. Taparlo y esperar a que rompa el hervor.
Encender el horno a 175º C.
Mientras se calientan el agua de la pasta y el horno, hacer el pesto como se indica a continuación o siguiendo las instrucciones más detalladas del enlace:
Triturar todo en la batidora excepto el queso hasta que emulsione bien . Al final se echa el queso.
Hervir la pasta el tiempo que indique el fabricante o, si es casera, unos 3-4 minutos. Escurrir las planchas sobre paños de cocina grandes o papel de cocina grueso.
Untar de aceite una fuente de horno. Poner 2-3 hojas de lasaña. Colocar en el centro un poco de pesto. Espolvorear queso encima y pimienta molida. Poner otras 3-4 hojas encima –son 3-4 raciones– sin que los ángulos coincidan exactamente, aunque sí estén en la misma dirección. Luego otro poco de pesto y así hasta que se acabe la pasta. Luego regar con un poco de aceite y espolvorear con más queso.
Introducir en el horno caliente hasta que se dore ligeramente la pasta, el queso y esté bien caliente.
Servir de inmediato.

Quizás no sea necesario todo el pesto que se indica en la receta para terminar esta lasaña. Pero merece la pena hacer esta cantidad, incluso más si se consiguen ramas con buenas hojas de albahaca en abundancia. Se guarda en botes de cristal bien cerrados. Hay que cuidar que por encima quede siempre una capa de aceite que lo aísle del aire. Añadir un chorrito si fuera necesario. Además de con pasta, se puede servir con verduras al horno o cocidas, con aves asadas, con salmón al horno o a la plancha y con otro montón de cosas, como servir de salsa para canapés. Siempre está bien.