LANGOSTINOS FRITOS CON AJONJOLÍ

Las colas de langostino tendrán que estar ya limpias. En caso de que los langostinos estén enteros será necesario comprar más del kilo, para que una vez pelados se tenga el ½ k (los caparazones se pueden guardar para hacer un caldo o una salsa). En este último caso, se puede dejar el extremo final de la cola, que queda muy bonito y facilita luego comerla con la mano si se quiere. También se pueden abrir las colas en mariposa, al estilo oriental, cortando por sus lomos sin llegar hasta el final del vientre, porque quedan muy bonitas y, además, se retiran bien los intestinos negros y arenosos que las recorren.
Además de un arroz blanco, también estarán muy buenas con un cuscus especiado con cáscara de limón, menta y cilantro verde picado, o perejil picado, que en ambos casos puede sustituir al cilantro.

Limpiar las colas, si fuera necesario, y secarlas con un papel de cocina. Limpiar las setas de su pie arenoso, si lo tuvieran y lavarlas en caso de que sea necesario. Salpimentarlas ligeramente.
Calentar el aceite en una sartén o en un wok y saltear las setas hasta que se doren un poco. Echar entonces las colas de marisco con un poco de sal y pimienta también. Cuando hayan dado unas vueltas, añadir el ajonjolí para que se fría también con las colas y se mezclen los sabores. Entonces añadir el vinagre y cuando se haya consumido, el vino. Dar dos vueltas y añadir las hierbas picadas. Retirar del fuego y colocar en la fuente de servicio junto al arroz al limón.