GALETTE DE REYES DE MANZANA

Ingredientes

  • 450 g de hojaldre
  • 5 manzanas reineta o golden
  • 4 puñados de pasas, moscatel o Corinto
  • 2-3 cucharadas de azúcar
  • 1 trozo de piel de limón
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 yema de huevo campero u orgánico

Estas cantidades dan para un galette de 5-6 personas.

Versión más ligera que la galette des rois clásica, que se cuece rellena de frangipane, la crema de almendra exquisita, esta de manzana es muy buena también. Yo le he añadido unas pasas, porque siempre me encantan con las manzanas. Ambos dulces del día de Reyes Magos, que deben tener dentro un haba seca, la sorpresa propia de fin de año y reyes que se extiende por muchos países europeos, incluida España, se preparan con hojaldre, bien amasado en casa con la receta del enlace, bien comprado.

Lo primero que hay que hacer es cocinar las manzanas con las pasas. El perfume es a elegir –yo he puesto vainilla y piel de limón, pero no están nada mal la canela con limón o el limón con cardamomo, incluso el romero o el laurel con limón y hasta con comino, que van con las frutas de maravilla. Pruébenlo. Se cocinan con un poco de azúcar, los aromas elegidos, las pasas –a mí me gustan– a fuego muy suave, en un cazo o cazuela en el que ocupen mucha altura, con 2 o 3 cucharadas de azúcar o ninguna, eso al gusto, y tapado hasta que estén tiernas. Luego dejar secar si tienen algo de agua. Dejar enfriar la compota.

A continuación hay que encender el horno a 175-180º C.

Dividir el hojaldre en dos trozos –si la masa estuviera en un trozo cuadrado y grueso, estirarlo antes de dividirlo–.

Estirarlo hasta que tenga un lado de más o menos 25 cm y pasarlo a la bandeja del horno –con papel o silicona– para poder marcar un círculo con la yema para pintar, batida con un poco de agua.

Lo siguiente es ir poniendo el relleno, ya frío, empezando a amontonarlo en el centro y extendiéndolo con cuidado hacia los bordes hasta un poco más allá del límite interior del círculo pintado con huevo.

Ahora llega el momento de cubrir el pastel con la otra parte del hojaldre estirado. Conviene ponerlo doblado por la mitad encima del relleno, bien encajado encima de los límites de la masa inferior. Ajustar los bordes de la parte ya cubierta, para evitar que queden pompas de aire. Reventarían el pastel en el horno.

Ahora hay que pintar todo el pastel por encima con la yema de huevo, ¡antes de recortarlo!. Esto es importante. Si se pinta después de recortarlo, si el huevo escurre por los bordes será un pegamento rígido cuando se cueza con el calor del horno e impedirá que el hojaldre suba como es debido.

Llega el momento de hacer el dibujo que uno quiera por encima. Es lo clásico, pero a elegir.

El horno ya estará caliente, no queda más que cocer el pastel hasta que esté dorado, apetitoso, irresistible.

Al sacarlo del horno dejar enfriar sobre una rejilla para que no se humedezca. A mi no me ha quedado muy redondo, qué se le va a hacer.

¿Se han dado cuenta de que esta receta sirve para aprender a hacer una empanada, un pastel, dulce o salado?

 

 

 

 

 

 

 

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