ENSALADA DE LENTEJAS CON MAJADO DE COMINO

Las legumbres son siempre un alimento excelente. Se pueden servir como ensalada en aquellos momentos en los que el tiempo lo aconseje e incluso como plato único, aumentando un poco todas las cantidades indicadas en la receta, sobre todo cuando se va a servir en la comida un postre dulce casero sin huevo, que ya hay bastantes en el plato, pero sí de frutas, como una tarta tatin, tatín de peras, o de albaricoques, según la temporada, o como un milhojas de fresón y nata .

Lavar y poner en un puchero las lentejas cubiertas de agua al fuego. Esperar 3-4 minutos desde que rompa el hervor, añadir bien de agua fría al puchero y escurrir las lentejas. Así, limpias, volverlas a poner en el puchero con los ajos sin pelar y la hoja de laurel. Dejar que se cocinen a fuego suave, sin mucho líquido, porque luego se escurrirá, pero añadir de poco en poco si hace falta. A media cocción, a los 35-45 minutos, depende del tipo de lentejas, añadir sal.

Mientras, cocer los huevos durante unos 8-9 minutos, no más tiempo, para que las yemas no se pongan negras y malolientes ni las claras gomosas y separadas de las yemas.

Picar la cebolleta y el perejil, para colocarlos en un tazón o salsera. Lavar y cortar los tomates. Reservar.

Cuando las lentejas estén en su punto, dejarlas templar antes de escurrirlas.

Retirar los ajos, pelarlos y echarlos en el mortero. Añadir al mortero los cominos, las pimientas, un pellizco de sal y, si se desea, los clavos. Machacar hasta conseguir una pasta. Desleírla con el zumo de limón, 1-2 cucharadas de agua y el vinagre. cuando estén bien mezclados, añadir el aceite y montar el majado con la mano del mortero. Probar de acidez y sal y rectificar si se cree necesario. Reservar.

Colocar las lentejas en una ensaladera y revolverlas con casi toda la cebolleta picada y casi todo el perejil picado, reservar como 1/2  cucharada de cada uno. Regar con un poco del majado del mortero. Salar los tomates ya cortados y colocarlos como se quiera. Regar con el resto del majado. Pelar los huevos y cortarlos al medio o en octavos, también al gusto. Colocar en el centro lo reservado de cebolleta y perejil.