CRUMBLE DE FRUTAS

Encender el horno a 175-180º C.
Lavar y limpiar la fruta de semillas si las tuviera. Colocarla en trozos o mitades en una fuente de horno y espolvorearla de azúcar. Aplastarla un poco para que no queden orificios entre ellas y la masa no pueda introducirse en ellos.
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa y añadir la harina con la almendra. Debe quedar un conjunto de migas pequeñas y separadas. ir colocando la masa sobre la fruta apretando ligeramente con la palma de la mano para taparla completamente.
Meter la fuente en el horno ya precalentado hasta que la masa esté crujiente y dorada. Dejar templar.
Este postre se toma templado o caliente. La nata ligeramente batida sin azúcar o un helado o sorbete lo acompañan muy bien.

La masa de los crumbles se puede especiar al gusto. Le va muy bien la cáscara de limón rallada sin más, pero también la mezcla de pimienta negra, canela, nuez moscada, jengibre en polvo, cáscara de naranja rallada y clavo, en pequeñísimas cantidades, para que apenas se perciban. Es muy otoñal.
Este postre queda muy rico con membrillos en esta temporada de otoño. Lo que pasa es que los membrillos deberán sufrir una ligera cocción antes de someterse al horno. Se pueden cocer en un almíbar ligero durante unos 12-14 min. A continuación se sacan y se reduce el almíbar a jarabe, que se vierte sobre las frutas antes de colocar la masa arenosa para hornear.