COMPOTA DE CIRUELAS AMARILLAS

Si quiere hacer una buena compota de fruta, de la que sea, olvídese del fuego y de las cazuelas. El microondas será su mejor aliado. Ciruelas, como en este caso, manzanas y peras peladas o no y en gajos, melocotones o albaricoques en mitados o trozos, la fruta que sea. Quedará excelente, más sabrosa, porque no se añade nada de agua, y muy poco dulce, porque prácticamente se hace con el azúcar de la fruta.

Se introducen las frutas lavadas, sin huesos –o con ellos, si se prefiere–, pero cortadas en mitades o gajos. En algunos casos, como el de las ciruelas amarillas, un poco sosas, hay que añadir un poco de azúcar, pero en la mayoría de los casos ni una gota es necesaria. Introducir entre la fruta el aroma elegido –vainilla, como en este caso, piel de limón, canela, piel de naranja, romero, laurel, tomillo, etc– el zumo de limón, cubrir con la tapa del utensilio en el que esté la fruta, colocar este sobre otro plato hondo mayor y meter en el microondas.

Siete minutos a potencia máxima es todo lo que hace falta, pero comprobar al terminar si toda la fruta está en su punto o hay que añadir unos minutos más de cocción.

La fruta habrá soltado su jugo, que será sabroso, dulce y lleno de sabor.

Se puede servir con helado, con crème fraîche o sola.

Sí, se puede hacer esta compota con ciruelas claudias y con damascenas o mirabelle, pero no es razonable utilizar unas frutas tan deliciosas y, sobre todo, carísimas, en hacer compota. Estas ciruelas amarillas o las rojas son estupendas y cumplen a la perfección. Las manzanas reina de reineta, las golden, las peras conferencias, los albaricoques pepitos y los melocotones de Aragón harán su papel igual de bien.