CLAFUTIS DEL LIMOUSIN

Encender el horno a 175º C.
Lavar las cerezas y dejarlas extendidas para que se sequen. Quitarles los rabos y los huesos –hay unos aparatos especiales para ello. También vale un quitahuesos de aceitunas. El otro día vi un truco genial en internet, creo. Se coloca la cereza con el ombligo donde estaba el rabito hacia arriba, en la boca de una botella de refresco o cerveza vacía, claro; con el mango de un tenedor o cuchara de postre que no sea muy grueso, empujar sobre la cereza y el hueso acabará en la botella. Si se dejan los huesos darán al postre un sabor un poco amargo muy rico, pero es muy incómodo, hay que ir buscando los huesos en cada bocado.
En un cuenco o una ensaladera poner la harina con la sal y la mitad del azúcar. En el hoyo colocar los huevos enteros y comenzar a batir, añadiendo poco a poco la leche y cuidando de que no queden grumos. Añadir el licor –si va a haber niños en la mesa, no añadirlo– y mezclar bien. Engrasar una fuente de porcelana, de vidrio o de barro que pueda ir a la mesa y echar la mitad de la masa. Esparcir por encima las cerezas y espolvorear el resto del azúcar. Tapar con la otra mitad de la masa y cubrir con azúcar molido.
Cocer en el horno ya caliente una ½ hora o un poco más.
Al sacar del horno dejar reposar un poco y espolvorear con azúcar molido. Servir caliente-templado.

Así de rápido se comieron los invitados el clafutís en la cena del cumpleaños que se celebraba. En una fuente bonita queda espectacular.
Este postre se puede hacer con otras frutas de primavera y verano, como albaricoques, ciruelas claudias, melocotón en trozos, etc.

El clafutis, postre clásico del Limousin francés, consiste en una masa de crepe asada en una pieza en el horno y con frutas, algo muy común en toda Europa central y parte de Gran Bretaña. Si se prefiere más una masa tipo abizcochada, se podría hacer otro postre distinto con cerezas y la masa del que aparece en esta página con el nombre postre de albaricoques, de frutos secos, avellanas, pero que pueden ser almendras, y huevos. Lo digo porque los españoles no somos en general amantes de este tipo de masa estilo puding.