BORTSCH

Receta de el 3, Feb, 2014

Ingredientes

  • 1/4 de l de caldo de carne de vaca
  • 1/2 cebolla, picada
  • 25-100 gramos de setas secas o frescas --champiñón, boletus-- picadas
  • 1 remolacha grande asada en horno
  • 2 zanahorias tiernas ralladas
  • 1 cuch de vinagre
  • 1/2 cuch de azúcar
  • Sal, pimienta, eneldo, laurel
  • 1 diente de ajo machacado en el mortero
  • Nata agria, crème fraîche o yogur espeso

BORTSCHF

Las sopas de remolacha, de las que la más conocida en occidente es el bortsch de Ucrania, son habituales en todos los países de Europa oriental, con variaciones. A veces llevan unas hojas de repollo en juliana, o unos nabos rallados, no siempre las setas, unas veces se convierten en puré, en otras se dejan enteras las verduras, pero siempre se suelen servir calientes, al menos templados, lo que no quiere decir que este bortsch no se pueda servir frío, según la costumbre occidental europea, como entrada y sin los piroshki. La nata agria, sustituida en occidente por la crème fraîche, es casi imprescindible.

Se suelen acompañar, aunque no es obligatorio si no se quiere un plato único, menos si se sirve frío, al estilo occidental, de unas empanadillas de carne (piroshki) fritas en manteca o cocidas al vapor de la propia sopa, incluso a veces cocidas dentro de la cazuela de la sopa, como los pastelillos orientales. En realidad el relleno de los piroshki es para aprovechar la carne de vacuno que sirvió para hacer el caldo, junto a las verduras. En la cocina tradicional nada se desprecia ni se desaprovecha y así se enriquece una sopa de verduras tan sabrosa.

En un puchero poner a calentar el caldo y esperar a que rompa el hervor. Espumar bien el líquido y añadir la cebolla, las zanahorias, las setas y 1 hoja de laurel. Esperar a que se hagan las verduras bastante, necesitarán un poco más de ½ h.

Retirar la hoja de laurel. Pelar la remolacha y cortarla en tiritas, casi rallarla, si se va a dejar la sopa sin hacer puré. Añadir a la sopa junto con el vinagre y el azúcar, bien de pimienta, mucha pimienta, quizás más de la que parecería normal, y un poco de eneldo. Son dos especias que fascinan a los habitantes de estas regiones. Dejar cocer un rato y probar por si hay que añadir más sal, pimienta o vinagre. Ha de estar ligeramente ácida pero sin pasarse. Rectificar. En este momento se puede pasar por la trituradora o dejar la verdura en trozos.
Machacar el ajo en el mortero y añadirlo a la sopa, que aún tendrá que cocer un poco antes de servirla, acompañada, si se quiere, de nata agria, créme fraiche o, para aligerar, de yogur natural escurrido.

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