BIZCOCHO DE ZANAHORIA DE PASCUA

Este bizcocho, que se encuentra en esta página en otras recetas, gira siempre en torno a una que aprendí de mi sobrina. Ella vivió unos años en Suecia y de allí vino el pastel. De todos los bizcochos de zanahoria que he visto es, con diferencia, el mejor. Este lo he hecho para la pascua, adornado con un conejito que he dibujado.

Cuando no hay un solo limón en la cocina, su zumo se puede sustituir por una cantidad mayor –unas 7-8 cucharadas– de zumo de naranja. Así se consigue el ácido necesario para evitar la oxidación de las zanahorias, compensar el bicarbonato y, de propina, un bizcocho más jugoso y con un aroma muy sutil.

Encender el horno a 175º C.

Preparar un molde de 17-18 cm de diámetro y 7 cm de altura. Colocarlo sobre la bandeja del horno que esté más plana. Engrasar la cara interior del molde y el fondo de la bandeja y enharinar un poco. Yo he utilizado un aro de pastelería extensible en la posición más pequeña.

Pelar las zanahorias y rallarlas finas en un robot o con un rallador. Revolver con la cucharada de zumo de limón. Calentar la mantequilla, si estuviera muy fría, hasta que esté muy blanda, no fundida. No hacerlo si se va a hacer el bizcocho con aceite.

En un cuenco grande o ensaladera, mezclar la harina con los polvos de hornear, bicarbonato, sal, canela y azúcar. Revolver bien para integrarlos. Echar los huevos en el cuenco de las zanahorias y batirlos un poco. Verter el batido y la mantequilla –o el aceite– sobre la harina con azúcar y todo lo demás y batir un poco hasta que se integren bien. Quedará una masa bastante sólida. Así tiene que ser, pues las zanahorias soltarán líquido en la cocción. Echar en el molde preparado e introducir en el horno ya caliente durante unos 30 minutos –si el molde es más amplio y más bajo el tiempo de cocción será menor.

Cuando un palillo pinchado en el centro salga limpio, sacar el bizcocho del horno y esperar unos 10-12 minutos para desmoldarlo. Dejar enfriar en la bandeja del horno. Si se ha cocido en un molde no desmontable, darle la vuelta una vez desmoldado.

Mientras se enfría el bizcocho, dibujar un conejo en un papel –se puede copiar de cualquier dibujo. Recortarlo con unas tijeras. Colocarlo sobre el bizcocho y espolvorear azúcar molida por encima, para que quede el conejito en el centro del pastel. Retirarlo con unas pinzas de freír o de pastelería limpias. Pasar el bizcocho a una bandeja o un plato con una blonda verde o rosa.