BABA CON LIMONCELLO Y MANO DE BUDA CONFITADA

Receta de el 8, Feb, 2014

Ingredientes

  • 130 g de harina de fuerza
  • 1 y 1/2 cuch de azúcar
  • 8 g de levadura de panadero fresca
  • 6 cuch de leche
  • 2 huevos pequeños
  • 1/4 de cuch de sal
  • 50 g de mantequilla Mantequilla para los moldes
  • ALMÍBAR
  • 150 g de azúcar
  • 275 agua
  • 1 tira de piel de limón de Meyer
  • 3 cuch de limoncello de mano de Buda
  • GLASEADO
  • 2 cuch de merme- lada de albaricoque
  • 1 cuch de agua
  • 1 cuch de azúcar
  • 1/2 cuch de ralladura de limón de Meyer o de mano de Buda
  • PARA SERVIR
  • Mano de Buda confitada
  • Nata poco batida con poca o sin azúcar

BABALIMONCELLO

En un cuenco calentado sobre otro mayor con agua templada hacer una masa levadura con 2 cuch de harina, la levadura, 1 cucharadita de azúcar y la leche. Amasar con la mano y dejar levar al doble tapado.
Mezclar en otro cuenco el resto de la harina con la sal y lo que queda de azúcar. Verter encima la masa ya levada y los huevos y amasar con una espátula hasta conseguir una masa bien lisa y elástica, un poco líquida. Si ha quedado demasiado consistente, añadir un poco más de leche. Si muy líquida, como masa de crepes, un poco más de harina, cucharada a cucharada –depende del tamaño de los huevos. Luego amasar con la mantequilla, que estará muy blandita, casi fundida, trabajando con la espátula fuerte durante un buen rato, hasta que esté muy elástica. Cubrir el cuenco y dejar levar al doble. Romper la masa trabajándola con la espátula 1 minuto.
Engrasar 4 flaneras más bien pequeñas y repartir la masa entre ellas, llenándolas sólo hasta la mitad. Dejar levar al doble otra vez, cubiertas con un paño y en lugar al abrigo de corrientes.
Encender el horno a 175º C para que esté caliente al finalizar el último levado. Cocer unos 15-20 minutos en el horno ya caliente hasta que un palillo pinchado en el centro de uno salga limpio.
Mientras se cuecen los babas, preparar el almíbar hirviendo el azúcar con el agua y 1 tira de piel de limón de Meyer o de mano de Buda o hasta de limón hasta que de unos hervores. Fuera del fuego añadir el limoncello, que puede ser hecho en casa con limón o con mano de Buda, como el del enlace.
Sacar del horno, desmoldar, colocar sobre un plato hondo y regar los bollitos cucharada a cucharada hasta que se empapen bien y pesen. Dejar enfriar. Aumentan de volumen.
Para el glaseado de albaricoque, seguir las instrucciones de la receta. Hay que hacerlo con frecuencia, pues se utiliza mucho en pastelería.
Pintar los bollitos con el glaseado caliente y un pincel, para que brillen.


Servir con nata y la piel de mano de Buda confitada. También se puede comprar piel de limón confitada.

NOTA: Como es natural todo esto se puede hacer con piel de limón sin tratar gruesa, sin necesidad de que sea de mano de buda, aunque es muy aromática y no tan amarga. El bollito se puede hacer con limoncello o, al estilo más clásico, con ron, ¿No recuerdan el baba au ruhm?

Este postre es de la misma familia que el postre de calamondín y que el savarin, que se cuece en molde de rosca en Francia, pero se embebe en almíbar enriquecido con un destilado. Lo del alcohol es moderno, quiero decir que es desde que el mundo occidental cristiano dispone de espirituosos, de destilados, no antes de los siglos XIV-XVI –hay que recordar que el alcohol etílico se aisló por primera vez en la historia en la Córdoba andalusí hacia el siglo XI, gracias al alambique traído por los hispanomusulmanes de China. Pasaron varios siglos hasta que los cristianos descubrieron los secretos de los espirituosos gracias a este invento hispanoárabe.  Así, pese a que el origen de estos postres es el Mediterráneo oriental y el mundo hispanomusulmán, se han convertido en europeos occidentales y con alcohol. Los almíbares en la dulcería hispanomusulmana no se enriquecían con destilados, claro que no, más bien con mantequilla, lo que es una barbaridad en nuestros días, al tiempo que una delicia, sin duda.

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