ALBÓNDIGA DE CORDERO CON SALSA ESPECIADA

Receta de , el 27, Abr, 2014

Ingredientes

  • 2 cebollas picadas finas
  • 2 cucharadas de mantequilla --40-50 g
  • Sal
  • 1 k de pierna de cordero o carne de ternera picadas
  • 1/4 de cucharada de cilantro en grano
  • 1/4 de cucharada de hinojo en grano
  • Pimienta recién molida, mucha
  • 3 dientes de ajo, rallados
  • 1 trozo de 5 cm de jengibre pelado y rallado
  • 2 o más pellizcos de guindilla roja fresca picada
  • 2 cucharadas de pasas pequeñas --opcional
  • 1 k de tomates pelados y picados o 1 lata de 1 k
  • 1 hoja de laurel
  • 1/4 de cucharada de cardamomo
  • 1/4 de cucharada de comino
  • 1/8 de cucharada de clavo
  • 1/2 cucharada de cúrcuma
  • 200 ml de nata espesa
  • 1 pellizco de azafrán en rama

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No hay que tenerle mucha prevención a las albóndigas, siempre que se hagan con carne picada por el carnicero en presencia del cliente –pasada por la máquina una sola vez, para que el picadillo no sea «puré» de carne– o picada por uno mismo, a cuchillo. Al fin y al cabo fue la forma de que pudiese comer carne la mayor parte de la población que, a partir de los 20-24 años de edad, no tenía dientes, y facilitaba comer con las manos, costumbre que fue lo normal hasta los inicios del siglo XVI en nuestro país. Esa es la razón de que este tipo de plato se multiplicara en todos los recetarios. La verdad es que son muy buenas y, además, una forma barata de preparar un plato de carne, aunque esa no fuera la razón principal, aunque sí importante, de su éxito en la antigüedad.
Este plato presenta, además, la originalidad de los aromas de las especias asiáticas, el picante de las guindillas y la nata para compensarlo. Un plato de albóndigas estupendo y original.

Sofreír ligeramente en un cazo salsero en un poco de mantequilla la cebolla. Reservar en el cazo la mitad escasa, para la salsa, el resto de cebolla echarlo en un cuenco y reservarlo para más tarde.
Añadir un poco más de mantequilla al cazo y echar 1 diente de ajo, 1 cucharada de jengibre fresco, los dos rallados, las 4 últimas especias en polvo y un poco de sal. Cuando todo esté sofrito y huela bien, añadir el tomate, el laurel y dejar que se haga una buena salsa, melosa.
Añadir la carne al cuenco donde se dejó la cebolla, las dos primeras especias molidas, los 2 dientes de ajo y la cucharada de jengibre rallados que quedan, las guindillas y sal al gusto. Si se quiere servir albóndigas más consistentes, amasar con 1 huevo. Formar albondiguillas pequeñas. En cada una de ellas meter unas pasas –opcional y no obligatorio–. Reservar.
Cuando la salsa esté densa y sabrosa, ponerla en una cazuela o sartén, con un poco más de agua si estuviera muy espesa, e introducir las albondiguillas –sin freír– para que se cocinen un buen rato a fuego muy bajo. Conviene taparlas, para que se hagan por igual y no pongan la cocina perdida, y no moverlas con espátula, porque se desbaratarían. Mover la sartén o cazuela.
Mientras, hacer un arroz basmati u otro de grano largo con cardamomo, clavo y si se queire, semilla de mostaza.
Mientras se hacen las albóndigas y el arroz, calentar la nata con el azafrán en un cacillo. Mantener cerca del calor.
Probar de sal las albóndigas y rectificar si fuera necesario.
Poner las albóndigas en una fuente con su salsa y la nata por encima. Servir con el arroz.
Se puede acompañar el plato, como el de la imagen, con el pan de lentejas amarillas, cúrcuma y guindilla del enlace.

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